Hay veces que un árbol nos llama la atención por su altura, lo ancho que es su tronco o por lo antiguo que es. Pocas veces nos fijamos en una de las partes más bonitas (a nuestro modo de ver), la corteza. Porque hay cortezas que enamoran... Esperamos que os gusten estas majestuosas muestras de El Castañar de El Tiemblo.
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